lunes, 23 de enero de 2012

Lo importante es como acaba...

Dicen que lo importante no es como empieza sino como acaba.
Pues bien...así empezó nuestro sábado...




Claro está, acompañado de lágrimas por el dolor, no poder hacer nada sola y no poder salir a jugar.
Así que como había que animar a la princesa un poquito, empezamos por hacer del desayuno algo más especial...



Juan arrasó con el bocata de chocolate, sin embargo Helena, más femenina ella, se aferró más al detalle que su mami le había preparado para desayunar...




Y tras acompañar a papá al partido del equipo que entrena, y que TODOS (jugadoras, padres de jugadoras, árbitro y cualquiera que pasara cerca de ella) le preguntaran qué le había pasado y suspiraran un "pobrecita...", y después del strogonoff de pollo que os recomendábamos aquí, acabamos en el cine: peli, refrescos y unas pocas palomitas.



Y así el día tuvo un final feliz.

1 comentario:

  1. que mala pata!! aunque así se aprende chica. seguro que la próxima vez que le avises de un peligro se lo pensará dos veces.

    ResponderEliminar

Gracias por dedicarme tiempo con tu comentario...